Una sana y divertida forma de comer verduras, sustituyendo la masa de una mini-pizza por una rodaja de berenjena. En este plato se conservan gran parte de las propiedades de las verduras por estar únicamente asadas en el horno durante varios minutos, por lo que disfrutarás con él tanto por el sabor como por sus nutrientes.
Ingredientes
- Berenjenas grandes – 3
- Calabacín grande – 1
- Champiñones – 100 gr
- Tomates Cherry – 20
- Queso curado rallado – 100gr
- Romero
- Sal
- Pimienta negra molida
- Aceite de oliva
Paso a Paso
Limpiamos la berenjena, retiramos el tallo y cortamos rodajas de medio centímetro de grosor aproximadamente. Echamos sal a las rodajas y las dejamos escurrir durante 20 minutos, con lo que conseguiremos eliminar el sabor picante.
Mientras transcurre este tiempo de espera vamos preparando el resto de ingredientes. Tras limpiar bien todas las verduras, cortamos el calabacín en cuadraditos, los tomates cherrys por la mitad y los champiñones los laminamos.
Cuando estén listas las berenjenas, las lavamos debajo del grifo y escurrimos, apretándolas con las manos para escurrir el exceso de agua.
Ponemos en la bandeja del horno papel vegetal para evitar que se peguen y colocamos las rodajas rociando un poco de aceite por encima de éstas.
A continuación colocamos el calabacín, los champiñones y los tomates como si estuvierámos haciendo mini-pizzas. Salpimentamos y rociamos nuevamente con un poco de aceite.
Introducimos en el horno precalentado por la parte de arriba y de abajo a 180ºC y asamos durante 20 minutos.
Transcurrido ese tiempo espolvoreamos con el queso rallado y un poco de romero y gratinamos en el horno durante 5 minutos más.
TRUCO: No quedarán tan vistosas, pero si quieres hacer estas pizzetas más sencillas y rápido, cortaremos el calabacín en rodajas finas, utilizamos tomates pera y los cortamos en rodajas y los champiñones igualmente en láminas. Así sólo tendremos que ir poniendo encima de cada rodaja de berenjena una de tomate, otra de calabacín, y una o dos de champiñón.