Los pimientos del piquillo es una variedad de esta hortaliza roja cuya carne es tierna, delicada y en algunas ocasiones algo picante. Una gran sugerencia es hacerlos rellenos, y en esta receta se dan las claves para hacerlos de una cremosa mezcla de lenguado y gambas. No te dejarán indiferente.
Ingredientes
- 20 pimientos del piquillo
- 250 gr de filetes de lenguado
- 250 gr de gambas sin pelar
- 2 dientes de ajo
- 250 ml de leche
- 1+ 1/2 cucharada sopera de harina
- Para la salsa:
- 2 pimientos choriceros
- Una cebolla
- 1 cucharadita de postre de harina
- 1 vaso pequeño de vino blanco
- Aceite y sal
Paso a Paso
- Comenzaremos picando los filetes de lenguado en trozos pequeños. Igualmente las gambas, una vez peladas, las troceamos. Reserva las cabezas para hacer luego la salsa. Por otro lado dejamos en remojo los pimientos choriceros para que se vayan ablandando, los cuales utilizaremos más adelante para la salsa.
- En una sartén ponemos aceite y agregamos los ajos picados muy finos. Antes de que se tuesten incorporamos los trocitos de lenguado y gambas. Salamos al gusto y freímos mientras removemos.
- A continuación añadimos a la sartén la cucharada y media de harina y la leche, removiendo bien hasta que ligue, debiendo conseguir una bechamel cremosa y ligera. Ya tenemos nuestro relleno para los pimientos.
- Ahora cogemos los pimientos y con una mano los sujetamos de tal manera que formen un cono hueco y con la otra vamos rellenándolos con la ayuda de una cucharadita de postre. Según los vamos rellenando los colocamos en una bandeja de horno y reservamos. TRUCO: Para rellenarlos más cómodamente es mejor hacerlo cuando la mezcla está tibia, ya que si se enfría del todo estará más espesa, lo que dificulta esta tarea.
- Ahora prepararemos la salsa. Para ello ponemos en una sartén un chorro de aceite. Cuando esté caliente echamos la cebolla picada y las cabezas de las gambas que habíamos dejado reservadas. Con la ayuda de un cuchillo sacamos la pulpa de los pimientos choriceros que habíamos dejado en remojo al principio, solo hay que deslizar la hoja del cuchillo por la piel del pimiento y así nos quedamos con la pulpa. La incorporamos a la sartén, así como también una cucharadita de harina, el vaso de vino blanco y sal al gusto.
- Dejamos cocer a fuego medio. Si vemos que queda muy espesa podemos añadir un poquito de agua para dejarla más ligera.
- Una vez hecha la salsa la pasamos por el pasapurés, si no tienes este artilugio puedes hacer el apaño utilizando la batidora y luego pasándolo por un colador bien fino (recomendable un colador chino).
- A continuación vertemos la salsa sobre los pimientos rellenos que teníamos en la bandeja y los introducimos en el horno precalentado a 180ºC en la función de gratinar. Dejamos que se horneen durante unos 10 minutos vigilando de vez en cuando. Los pimientos deberán quedar ligeramente tostados por arriba.
- Sírvelos con una buena ración de pan porque la salsa no tiene desperdicio. ¡Buen provecho!
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